lunes, 1 de junio de 2015

Casa Amiga, un espacio que protege a mujeres víctimas de violencia de género e intrafamiliar


Dulce María (nombre protegido) corretea entre las flores y los árboles de los amplios jardines, quizá ajena a las circunstancias que obligaron a su madre a huir del que fue su hogar y buscar refugio en  Casa de Acogida para mujeres víctimas de violencia de Sucumbíos.

Junto a la madre de Dulce María, seis mujeres viven refugiadas junto a sus hijos, en la Casa Amiga, de la Federación de Mujeres de Sucumbíos, entidad que forma parte de la Red de 18 Centros de Atención y 6 Casas de Acogida del Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos.

Este espacio que cuenta con un equipo multidisciplinario que con paciencia, ternura y afecto cuida de las mujeres sobrevivientes de violencia y de sus hijos e hijas, abrió sus puertas en el 2004.

También cuenta con un programa de atención integral a mujeres refugiadas de Colombia, problemática muy recurrente por tratarse de una provincia ubicada en la frontera. 

En el taller ocupacional de pintura, tejido y manualidades encontramos a Lucía, adolescente de 13 años, víctima de violencia sexual. Su mirada tímida y el pincel sostenido por una de sus resecas manos se concentran, buscan perfeccionar la pintura de un osito de cerámica, quizá es el primer juguete que elabora para su hijo que está por nacer.


En las manos de Rosario, una mujer de la tercera edad se teje un bolso verde esperanza, hace años buscó refugio en Casa Amiga, cansada de ser violentada por su pareja, su familia no la ha buscado, al parecer la han olvidado, pero allí encontró nuevos afectos, nietos que no son suyos la llaman abuela y la rodean de besos y la ayudan a superar su soledad.

“Es admirable la fuerza y el temple de estas mujeres que junto a sus hijos buscan superar la violencia y seguir adelante. Y es más admirable la dedicación, cariño y profesionalismo, ejes que están presentes en cada miembro del equipo humano que las ayuda y las motiva a cambiar esas historias de violencia por nuevas oportunidades de vida”, señaló Ledy Zúñiga Rocha, ministra de Justicia, mientras recorría por este cálido y peculiar hogar de cientos de mujeres que han superado y siguen superando los efectos de la violencia.



Parte de la terapia de la que participan las mujeres de esta casa es el círculo de sanación y poder de las mujeres, consiste en varias sesiones (14) orientadas a la curación de las víctimas de violencia, primer paso para superar el dolor emocional generado y psicológico generado por las distintas formas de maltrato.

Para cerrar el círculo, cuentan sus historias, a través de dibujos y bordados. En uno de ellos se ve una familia feliz cubierta por un cielo azul y rodeada de mariposas, árboles y flores, el dibujo está acompañado de un corto mensaje que lo dice todo, “queremos amor no violencia”.


Uno de los resultados positivos de la gestión ministerial 2014, fue la suscripción de convenios de cooperación con la red de centros y casas,  a través de esta red se brindaron 50.700 atenciones (médicas, asesoría legal y psicosocial) a mujeres y sus familias.


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