En solo una mañana "Gladys" puede elaborar un pequeño vestido, esto gracias a su habilidad para entre lazar hilos, pero ella no sabía que poseía ese talento hasta que tomó un curso de tejido en el Centro de Rehabilitación Social (CRS) Femenino de Guayaquil.
"Hace una semana aprendí a tejer", dijo esta persona privada de la libertad (PPL) mientras le daba los toque finales al atuendo de una muñeca.
María Ponce Baque, instructora de manualidades del CRS, informó que sus únicos instrumentos son la piola llamada hilo de rata y la aguja para tejer. Con respecto al cuerpo de las muñecas, agregó que los familiares de las PPL les proveen para que puedan trabajar y luego sean comercializadas.
"De ese tamaño no se consiguen fácilmente, deben comprar esos kits de juguetes para niños porque ahí incluyen muñequitas", explicó la maestra.
Acotó que las ganancias de las ventas son acreditadas a sus cuentas de economato, para que puedan retirar productos en la despensa del CRS.
Gladys manifestó que este tipo de actividades ayuda a las PPL a convivir de mejor manera, pues se sienten como si trabajaran en una microempresa. "Mi intención es poner un bazar cuando recupere la libertad, no solo para vender muñecas con vestidos tejidos, también bolsos y otras manualidades".
La capacitación constante es una de las estrategias del Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos para cumplir con la política de 'cero ocio' en los centros de rehabilitación social, lo que aporta en un adecuado proceso de reinserción.
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