lunes, 13 de julio de 2015

En el CRS Turi 288 PPL cursarán la educación básica superior flexible

El pasado miércoles 8 de julio, en el Centro de Rehabilitación Social (CRS) Regional de Azuay, se llevó a cabo la inauguración del programa educativo: Básica superior flexible o intensiva, que beneficiará a 288 personas privadas de libertad (PPL).



Este proyecto ejecutado de forma conjunta por los ministerios de Educación y de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, brinda a internas e internos la posibilidad de concluir sus estudios de octavo, noveno y décimo de básica, con procesos de educación de calidad y en periodos flexibles. De esta manera el Estado garantiza a cada PPL el acceso a educación, que es un derecho constitucional.




 “Aquí, gracias al Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, el Ministerio de Educación y este Gobierno,  hemos encontrado la posibilidad de redimirnos, de cambiar y mejorar, ya sea estudiando, aprendiendo una labor a la que podríamos dedicarnos cuando estemos en libertad, así también,  mejorar nuestro físico con el deporte y la recreación, a cultivar nuestro intelecto con actividades culturales”, señaló Andrea M., interna del CRS Turi.

 



La PPL agradeció en nombre de los 228 beneficiarios por la oportunidad de culminar su educación. “Con esta iniciativa incentivan una nueva oportunidad de vida, educarnos estimados amigos, nos hará libres, todo esto nos permitirá salir de aquí como personas con un nuevo proyecto de vida y útiles a la sociedad”, dijo la interna durante su intervención.





Marco legal que garantiza a las PPL el acceso a la educación



La Constitución de la República establece en su artículo 51, numeral 5, el derecho a la atención de sus necesidades educativas, laborales, productivas, culturales, alimenticias y recreativas.



El Código Orgánico Integral Penal (COIP) en el artículo 704 denominado Eje de educación, cultura y deporte señala: “Se organizarán actividades educativas de acuerdo con el sistema oficial. Los niveles de educación inicial, básica y bachillerato son obligatorios para todas las personas privadas de libertad que no hayan aprobado con anterioridad esos niveles. El sistema nacional de educación es responsable de la prestación de los servicios educativos al interior de los centros de privación de libertad. El Sistema de Rehabilitación Social promoverá la educación superior y técnica a través de la suscripción de convenios con institutos o universidades públicas o privadas. Los convenios garantizarán que la enseñanza se imparta en las condiciones y con el rigor y calidad inherentes a este tipo de estudios, adaptando, en lo que es preciso, la metodología pedagógica a las circunstancias propias de los regímenes de privación de libertad. La administración del centro promoverá la máxima participación de las personas privadas de libertad en actividades culturales, deportivas y otras de apoyo que se programen”.

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