El 25 de agosto esta Cartera de Estado, con la colaboración
de Ministerio de Salud Pública, habilitó un pabellón para atención prioritaria,
al que inicialmente ingresaron 16 PPL, entre ellos José, quien confesó que ha
recuperado el apetito, pues semanas atrás era capaz de vender su comida para conseguir
sustancias prohibidas.
La doctora Susana Morán, quien encabeza el equipo de médicos
que atiende a las PPL las 24 horas, los siete días de la semana, confirmó que José ha mejorado notablemente
desde que está en tratamiento. “Ingresó al CRS con un proceso de adicción muy
avanzado, pero en estas dos semanas ha ido recuperando su peso y su autoestima”.
Morán informó que los primeros días fueron complicados
porque las PPL no querían alimentarse y si lo hacían al poco tiempo vomitaban
todo. Explicó que eso era consecuencia del síndrome de abstinencia, que aparece
cuando una persona deja de consumir bruscamente la sustancia a la que es
adicta.
Acotó que los síntomas son, a más del vómito: dolores de
estómago, huesos, articulaciones, además de frío, fiebre, diarrea; presentan
irritabilidad, fatiga, ansiedad, insomnio, entre otros. Pero esa etapa pasó en un nivel importante para muchas de
las PPL. “Han evolucionado favorablemente (…) les hemos colocado sueros y las
ampollas y le hemos dado las pastillas y vitaminas necesarias para
protegerlos”, informó Morán.
Diana Macías, trabajadora social del CRS, detalló que las
acciones iniciaron cuando se socializó
el proyecto con las PPL y sus familiares, a quienes les explicaron los
beneficios de recibir atención integral. De manera voluntaria los internos,
luego de firmar un consentimiento, arrancaron con el tratamiento.
Macías explicó que este se divide en dos fases, la primera
de desintoxicación que dura 15 días, y que para las primeras PPL está cerca de
terminar; y la segunda de deshabituación, que se desarrollará de manera
inmediata y tiene 6 meses de duración e incluye un plan de atención
terapéutico.
El pabellón de atención prioritaria actualmente alberga a
146 internos, incluidos 28 trasladados desde Santo Domingo de los Tsáchilas. A medida que ingresan a este bloque especial las PPL, reciben kits de aseo, colchones y prendas de vestir. Asimismo reciben
alimentación acorde a su delicada condición. Todas reciben atención psicológica
para prevenir posibles alteraciones en su estado de ánimo.
La recuperación es visible manifestaron Morán y Macías, una
prueba de ello es que varios de los internos practican deporte, colaboran con
el aseo y acuden puntualmente a las charlas motivacionales. El tratamiento tiene como objetivo la recuperación de la
salud y el estado físico, mental y psicológico de las PPL, que derivará en el
mejoramiento de sus relaciones familiares, sociales y personales.
El dato:
Esta acción forma parte del proceso de rehabilitación que
las PPL reciben en los CRS, establecido en el artículo 705 del Código Orgánico
Integral Penal (COIP).
Eje de salud.- La asistencia a la salud tendrá carácter
integral y estará orientada a la prevención y a la curación. Los centros de
privación de libertad brindarán programas de prevención, tratamiento y
rehabilitación a los consumidores ocasionales, habituales y problemáticos en
lugares apropiados para este efecto. El sistema nacional de salud será el responsable de la atención
médica y de las prestaciones farmacéuticas y complementarias derivadas de esta
atención. La calidad de los servicios será
equivalente a la que se presta al conjunto de la población y considerará
las condiciones específicas de los grupos poblacionales privados de la
libertad.
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