Con la inauguración del Centro de Rehabilitación Social
(CRS) Regional de Azuay, hace un año, se dio inicio a un cambio lleno de
esperanza en la realidad penitenciaria de la región Sierra Centro Sur del país,
transformación orientada a garantizar un
efectivo proceso de rehabilitación para las personas privadas de libertad
(PPL).
Cristian Abad, coordinador Zonal 6 del Ministerio de
Justicia, Derechos Humanos y Cultos, destaca la labor de esta entidad de
Gobierno liderada por Ledy Zúñiga Rocha, y hace un análisis del actual sistema
de penitenciario.
“El cambio en la realidad penitenciaria de la región es
evidente con la construcción del Centro de Rehabilitación Social Turi, un
cambio de 180 grados, ya que el hacinamiento que existía en los antiguos
centros tanto de hombres como de mujeres, bordeaba el 150 por ciento. El primer
avance en este sentido sin duda es la dignificación y democratización de las
condiciones de vida de las y los internos, lo que fue posible gracias a la
puesta en marcha de la nueva infraestructura penitenciaria y el cero hacinamiento”, afirmó el funcionario
ministerial.
El Cambio
El nuevo sistema penitenciario se encarga de promover el
desarrollo de las capacidades de las personas sentenciadas penalmente con
políticas de gestión en un contexto ético y cuyo objetivo es el respeto a
dignidad humana.
Tal como lo señala el Código Orgánico Integral Penal (COIP)
en el Artículo 690: “Las actividades educativas, culturales, sociales, de
capacitación laboral y de salud integral tienen como objetivo desarrollar
destrezas y habilidades de las personas privadas de libertad, en razón de una
medida cautelar o apremio personal. La autoridad competente del centro
promoverá iniciativas ocupacionales propias”.
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