Gracias al trabajo de un Gobierno comprometido con el pleno respeto de los derechos humanos de todos y todas, logramos lo imposible, devolver la dignidad a uno de los grupos sociales históricamente olvidados, la población penitenciaria.
Con inversión pública, una adecuada planificación y gestión interinstitucional, democratizamos las relaciones de convivencia al interior de los centros de privación de libertad y logramos que la reclusión sea un capítulo cerrado, ahora es posible hablar de un verdadero sistema de rehabilitación social que dignifica la calidad de vida de miles de hombres y mujeres que por disposición judicial cumplen su fase de privación de libertad bajo la custodia del Estado. Por ello, hoy no conmemoramos el día del recluso, nos referimos más bien al Día Nacional de las Personas Privadas de Libertad.
Esto no significa que celebremos la privación de libertad, esta fecha es válida para recordarle al país que las personas privadas de libertad (PPL) también tienen derechos y como Gobierno, reafirmamos nuestro compromiso de trabajo que prioriza el tratamiento integral de cada PPL con miras a su efectiva rehabilitación.
Ahora, las personas privadas de libertad tienen garantizado el derecho a la salud, a la educación, a la cultura, al deporte, todo ello como responsabilidad directa del Estado y que busca mejorar su calidad de vida y otorgar herramientas que aporten a su reinserción integral.
Cuando ingresamos a los centros y conversamos con las y los internos, cuando escuchamos sus historias llenas de esperanza, de fe, de superación. “Ya no somos simplemente los que están encerrados, aquí hemos alcanzado grandes logros, el primero y más importante, reconocernos como seres humanos con errores pero también con virtudes, con ganas de luchar día a día, por nosotros y por nuestras familias, personas que pese a vivir tras las rejas soñamos, creemos, pensamos, aquí empezamos de nuevo”, nos dicen.
Por ellos, por ellas, por esos hombres y mujeres que motivan nuestra gestión diaria y que luchan por una segunda oportunidad, por sus familias, que anhelan reintegrarse, por esas miles de vidas que son miles de razones que nos demuestran que una Verdadera Rehabilitación SÍ es posible, y que hacia allá avanzamos!
Hoy, día marcado en nuestro calendario para conmemorar a las personas privadas de libertad, hoy que renovamos nuestra tarea diaria de velar por el pleno goce de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes, asumimos, una vez consolidada la transformación penitenciaria, el reto de sensibilizar a la sociedad y eliminar el estigma que existe sobre estos hombres y mujeres, y con ello fortalecer su reinserción integral, garantizar, una vez cumplida su sentencia y su deuda social, su acceso a plazas laborales dignas y a nuevas oportunidades de vida, iniciativa que beneficia a todos, pues se reducen las cifras de reincidencia delictiva y nos convierte en una sociedad más tolerante, más incluyente, más solidaria, más segura, una Patria para todas y todos.
Por favor Señora Ministra, en Cuenca, CRS DE TURI, el frío es bárbaro y los ppls necesitan abrigo, la cobijilla que tienen es extremadamente liviana y no sirve para este clima, si el estado no dispone de presupuesto para dotar de mejor abrigo, permítanos a los familiares llevarles una cobija y ropa abrigada. Eviten de esta manera que esos seres humanos enfermen y se conviertan en mayor gasto «gasto médico» para el estado. Gracias por haber permitido ya que se les pase calzado. La alimentación tampoco es buena, pude probar la colada del desayuno y esa no tenía ni sabor mucho menos un poco de azúcar, señora, por favor ayude a estas personas que padecen serias necesidades.
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