lunes, 16 de noviembre de 2015

Psicólogo, un logro alcanzado gracias al apoyo de quienes creen en la verdadera rehabilitación social de las PPL

Sus retos, sueños y metas propuestas lo llevaron a la cúspide en el ámbito académico. La tenacidad y la entrega para con sus estudios se reflejó en su promedio final de 9.61 sobre 10. Se trata de César Raúl T., persona privada de libertad del Centro de Rehabilitación Social (CRS) Regional de Cotopaxi, quien se tituló como Licenciado en Ciencias de la Educación, mención en Psicología, el pasado 12 de noviembre del año en curso.


Las asesorías nunca faltaron y el cumplimiento con las tareas asignadas siempre fueron entregadas a tiempo, pese a haber estudiado en una modalidad a distancia, para Raúl nunca hubo pretextos para no cumplir.

Él optó por prepararse en la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), institución que mantiene un convenio con el Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, en el cual, las personas privadas de libertad acceden a una beca estudiantil del 60% del pago total.

Raúl explicó que el estar privado de su libertad lo ha hecho ser una persona paciente, tanto para esperar los días de sus visitas, así como la anhelada fecha de libertad. Lo único que lo mantenía inquieto era culminar rápido su tesis para obtener su título profesional; “sabía que este no sería solo un logro mío, sino de mis familiares y de las autoridades tanto del Ministerio como de la Universidad que siempre estuvieron pendientes de mis estudios”. 
Para redactar su tesis, se centró en las necesidades que tenían sus compañeros del CRS de Cotopaxi a la hora de escoger una carrera para cursar sus estudios de tercer nivel, por lo que decidió aplicar test psicológicos que les permita conocer hacia dónde se inclina su vocación.

“El estar en un Centro de Rehabilitación Social me ha permitido tener tiempo de sobra para dedicarme de lleno a mis estudios, algo que quizá no lo hubiese logrado en la calle por el sinnúmero de distracciones que se presentan”, explica.

El nacimiento de sus tres hijos fueron los sucesos más importantes que marcaron la vida de Raúl, pues uno de sus tantos objetivos planteados fue llegar a ser el orgullo de su familia. 



Uno de los hábitos que desarrolló fue la rapidez en la lectura y en la comprensión, esto debido a que a más de dedicarse al estudio, asiste a varios talleres que se dictan en el CRS de Cotopaxi. 

El día de la defensa de su tesis jamás lo olvidará. Vestir de terno, estar con los seres que más ama, con las autoridades del Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos apoyándolo en el cumplimiento de sus sueños, le dieron el valor necesario para demostrar todo lo aprendido a lo largo de su carrera universitaria. 

Raúl no quiso confiarse de su memoria, por tal razón, desde el día que supo la fecha en la que defendería su trabajo, se preparó revisando todos los módulos y poniéndose ejercicios prácticos que le permitan desenvolverse en las preguntas que debería afrontar como profesional.

Aquel memorado 12 de noviembre, las palabras de Raúl fluyeron. El tribunal no se quedó con dudas, pues su preguntas fueron despejadas en su totalidad. Por lo que a las 17h00 fue titulado como Psicólogo de la República del Ecuador.

Las lágrimas de su madre, quien estaba invadida de nervios, no se hicieron esperar, al ver que su hijo alcanzó la meta que se había propuesto años atrás. La investidura fue presidida por Ana Cristina Chamorro, Subsecretaria de Rehabilitación Social del Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, y por el coordinador educativo de la UTPL.


“Las personas privadas de libertad pueden alcanzar cualquier meta que se propongan, por eso lo felicito, por ser un referente en este proceso y por permitirnos crear nuevas esperanzas y sueños en las demás personas que cumplen con sus sentencias y que también se rehabilitan a través de uno de los ejes del modelo de gestión penitenciaria, como lo es la educación”, manifestó Ana Cristina Chamorro, subsecretaria de Rehabilitación Social, en sus palabras de felicitación al graduado. 

Raúl, en su discurso de agradecimiento, mencionó que el Centro de Rehabilitación Social ha significado un castigo para los errores que cometió, pero a la vez, las autoridades le han hecho ver que nunca es tarde para reflexionar y hacer las cosas de la mejor manera, optimizando el tiempo en actividades académicas, culturales, deportivas y laborales que le permitieron desarrollar nuevas capacidades, que sin duda las pondrá en práctica una vez cumplida su sentencia. 

“Decir gracias no es suficiente cuando el apoyo que me han brindado las autoridades del Ministerio de Justicia ha sido incondicional para que mi proceso de educación no se vea interrumpido. A la vez, me han facilitado las herramientas necesarias para concluir con este proceso. Ahora soy oficialmente psicólogo, meta alcanzada”, expresó Raúl T.

Ahora, su siguiente paso será ayudar a sus compañeros en sus procesos de rehabilitación social, para después de obtener su libertad; ejercer su profesión y reinsertarse a la sociedad como una persona que tiene ganas de dar lo mejor para su familia, sus amigos y su Patria.

“Todo es posible cuando uno se lo propone, sin importar las condiciones ni las adversidades que se tengan que pasar. Más aún si se cuenta con el apoyo de todos quienes anhelan y creen en la rehabilitación del interno”, finalizó.

Datos: 

El Código Orgánico Integral Penal (COIP), en su artículo 704, establece que el Sistema de Rehabilitación Social promoverá la educación superior y técnica a través de la suscripción de convenios con institutos o universidades públicas o privadas. Los convenios garantizarán que la enseñanza se imparta en las condiciones y con el rigor y calidad inherentes a este tipo de estudios, adaptando, en lo que es preciso, la metodología pedagógica a las circunstancias propias de los regímenes de privación de libertad.

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