Cuando eran las 10:00 en el Centro de Rehabilitación Social (CRS) Sierra Centro Sur Turi en Cuenca inició el tradicional Lunes Cívico del pabellón de máxima seguridad, que en esta ocasión conmemoró el 10 de Agosto de 1809, el Primer Grito de Independencia.
Con reseñas históricas, las personas privadas de libertad (PPL) y funcionarios se unieron a esta conmemoración, el área cultural fue responsable de llevar adelante la actividad, que se enmarca en el interés del Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos para fomentar el civismo en los internos, como parte de su rehabilitación social.
“La noche del 9 de agosto de 1809, un grupo de personas integrantes de la sociedad criolla de Quito se reunió en la casa de Manuela Cañizares para definir una estrategia. Cuentan que esa madrugada, ante la desmotivación de algunos de los presentes, Manuela les increpó con una dura frase: Cobardes, hombres nacidos para la servidumbre. ¿De qué tenéis miedo? ¡No hay tiempo que perder!”; esto como parte de los textos con los que se recordó el acontecimiento de hace 206 años en el CRS Turi.
En el marco de este lunes cívico que tuvo una tonalidad especial, el director del CRS Turi, Paúl Tobar hizo la entrega de la bandera del Ecuador al pabellón de máxima seguridad, como una motivación y felicitación a la iniciativa de mantener vivo este espacio cultural y cívico.
Por su parte, Cristian Abad Palacios felicitó a las PPL por el respeto, disciplina y perseverancia que se mantiene al interior del pabellón, por creer en este proyecto de Gobierno que busca revolucionar el sistema penitenciario en bien de la sociedad, de las personas privadas de libertad y de sus familias, al encaminarlos en una vida que les permita ser ciudadanos ejemplo.
“La gran tarea del civismo es buscar que las personas comprendan y asuman los valores que la humanidad ha creado y consagrado como producto de su historia: respeto y aprecio por la dignidad humana, libertad, justicia, igualdad, solidaridad, tolerancia y honestidad. Hay que insistir en recuperar la cultura, por la trascendencia que esta tiene para los pueblos, así como procurar una educación integral, para lograr el desarrollo social de las personas que nos encontramos en este centro de rehabilitación social; estos espacios son para nosotros una cadena que entrelaza la ética, la moral y los valores humanos”, dijo Franz C. como parte de su discurso a nombre de sus compañeros.
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