
Una amplia sonrisa ilumina su rostro, mientras abre sus brazos para con un gesto de afecto expresar su agradecimiento, “primero a Dios”, asegura y luego a las autoridades que han aportado a su desintoxicación y a su rehabilitación. Es la historia de ‘Lucía’, ahora tiene 42 años, y en tres meses recuperará su libertad.
“Aprendí a consumir desde niña, desde los ocho años, probé de todo y ahora sé que a quienes usamos...